miércoles, 17 de julio de 2013
Y uno aprende...
Después de un tiempo,
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma.
Y uno aprende
que el amor no significa acostarse
y una compañía no significa seguridad.
Y uno empieza a aprender...
Que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas.
Y uno empieza a aceptar sus derrotas
con la cabeza alta y los ojos abiertos.
Y uno aprende a construir
todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...
Y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo
uno aprende que si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así es que uno planta su propio jardín
y decora su propia alma,
en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,
que uno realmente vale,
uno aprende y aprende...
Y con cada día uno aprende...
Autor Desconocido
(Algunas personas lo atribuyen a Jorge Luis Borges, pero parece ser que no es suyo).
No es un artículo sobre educación, ni un recurso específico... , pero hoy nos apetecía compartir con vosotr@s un poema que nos gusta mucho y que creemos que habla muy bien del camino del crecimiento personal.
Esperamos que os guste.
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